H.T. Elpizein, marzo 2020/rajab 1441
Actualizado: julio de 2024/ Muhárram, 1446
"Quien se conoce...
conoce a su Señor"
Hadiz del Profeta del Islam - "la paz y las bendiciones sean sobre él"
"Si piensas que obtendrás el éxito sin esfuerzo, eres un iluso.
Y si piensas que lo obtendrás esforzándote voluntariosamente, eres un arrogante."
Alí Ibn Abí Tâlib (ca. 599/600- 661 e.c.)
“Cuando Dios toma un corazón,
lo vacía de todo lo que no sea El.
Cuando El ama a un servidor
incita a los demás a perseguirle
para que este servidor busque refugio
solamente en El.”
***
“Lo único que cuenta para el amante
es que el Único lo reduzca a Su Unidad.”
Husayn ibn Mansur, Al Hallaj (ca. 857/922 e.c.)
«El Profeta (swas) ha dicho: Quién ama una cosa, la recuerda continuamente.»
Rabia Al-Adawiyya, santa musulmana y mística Sufí (717-801 e.c.)
“Los hijos de Adán asemejan a los miembros de un solo cuerpo.
Todos ellos comparten la misma esencia en la creación.
Cuando uno de los miembros siente dolor
los otros miembros no encuentran descanso.
¡Oh tú que no sientes el sufrimiento de la humanidad,
no mereces que te llamen ser humano!
· El Jardín de las Rosas o Gulistán ·
de
Saadi de Shiraz (1213-1291 e.c.) ·
· Relatos, textos y aforismos sufíes ·
· La vaca en la isla verde ·
“En el mundo hay una isla verde en la que vive sola una vaca.
Hasta que cae la noche, se alimenta de la rica vegetación que allí crece, de manera que se pone grande y gorda. Pero, durante la noche, se queda más flaca que un alambre a causa de su inquietud, pues se pregunta sin parar:
«¿Qué voy a comer mañana?».
Cuando rompe el día, los campos verdean:
las hojas verdes y los cereales alcanzan la altura de un hombre.
La vaca se echa encima con hambre canina; hasta la noche, se alimenta de aquella vegetación y la devora por completo.
De nuevo se pone corpulenta, gorda y fuerte.
Luego, llegada la noche, es víctima del pánico y presa de una febril inquietud, de suerte que, por miedo a no tener forraje, enflaquece pensando:
«¿Qué voy a tener mañana para comer?».
Así se comporta aquella vaca desde hace muchos años.
Nunca se dice:
«Durante todo este tiempo, me he alimentado de este prado y de este pasto; mi subsistencia no me ha faltado un sólo día; ¿a qué, pues, este temor y esta angustia que me queman las entrañas?».
Pues no, cuando cae la noche, la vaca gorda se vuelve flaca pensando: «¡Ay! ¡ya no tengo nada para comer!».
La vaca es el alma carnal [el nafs, el ego] y el campo es el mundo en el que el alma carnal se carcome de miedo por el pan cotidiano, diciéndose:
«Me pregunto qué voy a comer en el futuro: ¿dónde encontraré alimento mañana?».
Durante años has comido, nunca has estado privado de alimento: deja tranquilo el futuro, considera el pasado.
Acuérdate de lo que has tenido ya; no pienses en lo que va a ocurrir, y no te aflijas.”
Rumi, Mathnawi, V
· El rey y el anillo ·
"Erase una vez un rey cuyo poder se extendía sobre el mundo entero. Le gustaba rodearse de sabios. Un día, les dijo: «Un extraño deseo ha surgido en mi corazón; ignoro cual es la razón. Deseo que me fabriquen un anillo de metal puro, que sea de tal clase que, al verlo, me ponga alegre si estoy triste; y que me ponga triste si estoy alegre»
Los sabios sorprendidos por tal petición, estuvieron mucho tiempo poniéndose de acuerdo. Al final, se decidieron unánimemente por un anillo en el que se grabaría: «también eso, pasará pronto»."
Farid ud-Din 'Attar, "Ilahi Nama" o "El Libro Divino"
· La respuesta a la oración ·
"Gritaba un hombre una noche «¡Allah!» hasta que sus labios se endulzaran por su alabanza.
Le dijo el demonio: «Hombre de muchas palabras ¿dónde está la respuesta "Heme aquí" a todos estos "Allah"? No viene ninguna respuesta del trono divino. ¿Cuánto tiempo vas a repetir "Allah" con aire lóbrego?».
Estas palabras le rompieron al hombre el corazón. Se acostó para dormir, y vio en sueños al Khadir*, en el verdor, que le decía: «Oye, has parado de alabar a Dios; ¿por qué te arrepientes de llamarlo?».
El respondió: «No me llega por respuesta ningún "Heme aquí". Temo ser rechazado lejos de la puerta».
El Khadir replicó: «No, Dios dice: Tu 'Allah' es mi 'Heme aquí' y esta súplica, este dolor y este fervor tuyos es Mi Mensaje hacia ti. Tu temor y tu amor son el lazo que coge Mi Gracia.
Tras cada uno de tus "¡Oh Señor!", hay muchos de Mis "Heme aquí"»."
Jalal ad-Din Rumi, Masnavi, III
*Khadir: Al Jadir, Al Khidr
· El gramático y el barquero ·
«Cierto "gramático" se embarcó en un bote. Aquel hombre vanidoso se volvió al "barquero" y le dijo:
— ¿Has estudiado alguna vez gramática?
— No— , respondió el barquero.
Y el otro dijo: — Entonces, has perdido la mitad de tu vida.
El barquero quedó muy afligido, pero se abstuvo de responder.
Pues bien, he aquí que el viento empuja el bote hacia un remolino; el barquero le gritó al gramático:
— Dime, ¿sabes nadar?
— No—, dijo el otro.
— ¡Entonces, oh buen hombre, oh gramático, tu vida entera está perdida, pues el bote zozobra en estos remolinos! Sabe que lo necesario es el desapego de sí mismo (mahw) y no la gramática (nahw); "si has muerto a ti mismo", te zambullirás sin peligro en "el Mar". El agua del mar hace que flote en su superficie el que está muerto; pero si está vivo, ¿cómo escapará de ahogarse? Cuando estás muerto a los atributos de la carne, el Mar de la Conciencia Divina te llevará a lo más alto. Si, en este mundo, eres el sabio más erudito de la época,¡ten en consideración la huida de este mundo y del tiempo! En "la pérdida de ti mismo", amigo mío, encontrarás la jurisprudencia de la jurisprudencia, la gramática de las gramáticas, la esencia de todas las ciencias.»
Rumi, Masnavi, I.
· Los ciegos y la cuestión del Elefante ·
«Más allá de Ghor había una ciudad. Todos sus habitantes eran ciegos.
Un rey con su cortejo llegó cerca del lugar, trajo su ejército y acampó en el desierto.
La población estaba ansiosa por ver al elefante, y algunos ciegos de esta ciega comunidad se precipitaron como locos para encontrarlo. Como no conocían ni siquiera la forma y aspecto del elefante tantearon ciegamente, para reunir información, palpando algunas partes de su cuerpo. Cada uno pensó que sabía algo, porque pudo tocar una parte de él. Cuando volvieron junto a sus conciudadanos, impacientes grupos se apiñaron a su alrededor. Todos estaban ansiosos, buscando equivocadamente la verdad de boca de aquellos que se hallaban errados. Preguntaron por la forma y aspecto del elefante, y escucharon todo lo que aquellos dijeron.
Al hombre que había tocado la oreja le preguntaron acerca de la naturaleza del elefante. El dijo: -'Es una cosa grande, rugosa, ancha y gruesa como un felpudo'.
Y el que había palpado la trompa dijo: -'Yo conozco los hechos reales, es como un tubo recto y hueco, horrible y destructivo'.
El que había tocado sus patas dijo: -'Es poderoso y firme como un pilar'.
Cada uno había palpado una sola parte de las muchas. Cada uno lo había percibido erróneamente. Ninguno conocía la totalidad: el Conocimiento [Irfan - Gnosis] no es compañero de los "ciegos".
Todos imaginaron algo, algo equivocado.
La criatura humana ["dormida"] no está informada acerca de la Divinidad.
No existe Camino en esta Ciencia por medio del intelecto ordinario.»
Pues es, el Camino del Corazón...
Hakim Sanai, "Hadiqat al Haqiqa" - "El Jardín Amurallado de la Verdad"
· La Llave Perdida... ·
· Dichoso el que está muerto antes de morir... ·
«En el vergel, un cierto sufí puso su rostro, a la manera de los sufíes, sobre su rodilla, con el deseo de obtener un estado místico.
Luego se sumió profundamente en sí mismo. Un individuo impertinente se molestó por su aspecto de dormido.
—¡Eh!—, dijo, — ¿por qué duermes? Vamos, mira las viñas, contempla estos árboles, estos signos de la Misericordia divina, estas plantas verdes. Obedece la orden de Dios, pues El dijo: «Observa: vuelve tu rostro hacia estos signos de la misericordia».
Él respondió: — Oh hombre vano, estos signos están en el Corazón; lo que está en el exterior no son más que los signos de los signos. El (verdadero) vergel y el verdor se hallan en la esencia misma del Alma, su reflejo sobre lo que está en el exterior es como (el reflejo) en el agua corriente. Si los cipreses del mundo exterior no fuesen el reflejo de los cipreses del Corazón, Dios no habría llamado este mundo exterior el mundo de la ilusión. Oh, dichoso el que está muerto antes de morir, pues él ha percibido el perfume del origen de este vergel.»
Rumi, Masnavi, IV
· El que guarda el río... ·
«Sunan Kalijaga [Java, Indonesia, n. ca. 1460-?], el más importante de los "nueve santos" o Wali Sanga, a los que tradicionalmente se les atribuye haber introducido el Islam en Java y haber convertido a la población por sí solos y sin recurrir a la fuerza, se convirtió en un héroe legendario y figura ejemplar.
Era, según dicen, hijo de un alto funcionario real del Imperio Madjapahit, el mayor y último de los reinos indonesios hindú-budistas. La época en que vivió es conocida por los javaneses como «el tiempo de los tiempos»: es el momento en que la antigua civilización de India desaparece ante el Islam. Cuando llegó a la ciudad de Jepara, era el típico golfo consumado que robaba a su propia madre para beber y jugar. Cuando se hubo gastado todo el dinero de su madre, se hizo salteador de caminos que infundía terror. Lo llamaban Raden Djaka Sahid.
Por aquel tiempo, llegó a Jepara Sunan Bonang [1465-1525 e.c.] - otro de los Wali Sanga-, ataviado con ropas suntuosas, cubierto de joyas y que llevaba [consigo] una caña de oro macizo. Al ver aquello, el joven ladrón se abalanzó sobre él, blandiendo un puñal, con intención de desvalijarlo.
Bonang se contentó con reír y le dijo:
—¡Sahid! No vivimos más que un momento. Mira ese Árbol.
Sahid se volvió y vio que el baniano se había transformado en oro y de sus ramas colgaban joyas. Él se maravilló de que un hombre que podía hacer tales prodigios no desease más riquezas. Le dijo a Bonang que ya no quería robar, jugar ni beber, sino que deseaba ser instruido en su «Ciencia».
Bonang respondió: —De acuerdo, pero es dificilísimo. ¿Tendrás suficiente ánimo y perseverancia? Sahid le aseguró que perseveraría hasta la muerte. Entonces, Bonang le ordenó que le esperara a la orilla del río [a la sombra del Árbol] hasta que el volviese, y se fue.
Sahid, a la orilla del río, lo esperó veinte años, treinta o cuarenta, [conoció a la que sería su esposa, hermana del Wali Sanga Sunan Gunungjati] y siguió aguardando. A su alrededor crecieron árboles, construyeron edificios, pasaron muchedumbres, hubo inundaciones, pero él permanecía en "la quietud".
Al fin, volvió Bonang. Pero en vez de enseñarle las doctrinas del Islam, le dijo a Sahid:
—Has sido un buen alumno, tú sabes ahora más que yo. Y se puso a preguntarle sobre asuntos religiosos, a los que el discípulo respondió perfectamente. Bonang le dio el nuevo nombre "Kalijaga", «el que guarda el río [inagotable de la Sabiduría]», y le dijo que fuese a predicar el Islam, cosa que hizo con éxito inigualado.
Se había vuelto musulmán sin haber leído nunca el Corán, ni entrado en una mezquita, ni oído una oración. Se volvió "musulmán" porque había rectificado su vida; no rectificó su vida por que se hubiese hecho musulmán.
Porque, si bien el ser humano, por su naturaleza original - fitra o fitrah - dispone de la capacidad de Conocer la Verdad, no se reconoce ni comprende sino lo que uno se ha vuelto capaz de percibir mediante la purificación del espíritu y del corazón."
Leyenda indonesia adaptada*
*[anotaciones entre corchetes:por el editor de esta sitio web]
· Shiblí y "el perro"... ·
«Alguien le preguntó a Shiblí*:
— ¿Quién fue el primero en guiar tus pasos en el Camino del Umbral Divino?
Él respondió: — Vi un día un perro, al borde del agua, que se moría de sed. Cuando miraba la superficie del agua, veía su propio reflejo, que creía que era otro animal, y cada vez huía ante aquella imagen sin haber bebido. Al final, la sed le hizo perder todo conocimiento y se le acabó la paciencia; de un salto se arrojó al agua, y al mismo tiempo desapareció el otro perro. Desvanecido así aquel perro ante sus propios ojos, se esfumó entre él y su anhelo, aquel obstáculo que no era sino él mismo.
— Así es como desapareció el obstáculo que se alzaba ante mí sin duda alguna, quien fue así aniquilado no era sino mi yo. De esta manera fui salvado; mi primer guía en la Vía fue un perro. Bórrate también tú de delante de tus ojos. El obstáculo que te impide avanzar es tu "yo"; hazlo desaparecer. El más mínimo apego a tu "yo" es una pesada carga que traba tus pies. Si sientes la necesidad constante de Su Presencia embriagadora [del propio Ser Interior, Divinal], no vuelvas nunca a ti. Ese es todo el "vino" que necesitas.
No vuelvas a ti; renuncia a tu "yo", la abnegación de sí es "luz sobre luz".»
Farid al Din Attar, "Ilahi Nama" (El Libro Divino)
*Abu Bakr Shiblí (861-946 e.c.), discípulo de Junaid Baghdadi (835-910 e.c.)
· La Peregrinación ·
"El Sheikh Abdullah Mubarak, un día que se encontraba en La Meca, vio en sueños a dos Ángeles bajados del Cielo que se preguntaban cuántos peregrinos habrían acudido aquel año: «Seiscientos mil», dijo uno de ellos.
«Y ¿cuántos hay cuya peregrinación les haya sido aceptada?».
«Ni uno solo» respondió el otro ángel. «Sin embargo» agregó, hay en Damasco un remendón llamado Ali ben Mufiq, que no ha efectuado la peregrinación en persona; pues bien, su peregrinación ha sido aceptada y le ha sido concedida la gracia de estos seiscientos mil peregrinos».
Una vez despierto, el Sheik decidió ir a Damasco e ir a ver a aquel remendón, al que descubrió finalmente, y le contó su sueño.
Era un anciano que, al oír aquel relato, se echó a llorar. Contó que, treinta años antes, tras haber apartado, a costa de grandes penalidades, trescientas cincuenta monedas de oro para ir a La Meca, había descubierto que sus vecinos tenían hambre. Y les había entregado la suma ahorrada diciéndoles: «Tomad este dinero para atender a vuestros gastos, esa será mi peregrinación».
Farid al-Din Attar, "Tadhkirat al-Awliya" o "Memorial de los Santos".
· El Tesoro Oculto ·
"Un habitante de Bagdad había malgastado toda su herencia y se encontraba en la indigencia. Después de dirigir a Dios ardientes oraciones, soñó oír una voz que le decía que en la ciudad de El Cairo había un tesoro escondido en cierto lugar.
Llegado a El Cairo sin dinero, resolvió mendigar, pero tuvo vergüenza de hacerlo antes de que cayera la noche. Cuando erraba por las calles, fue prendido por la patrulla, que lo tomó por un ladrón y lo molió a palos antes de que hubiera podido explicarse.
Al final lo logró, y contó su sueño con tal acento de sinceridad que convenció al lugarteniente de policía.
Éste exclamó: «Veo que no eres un ladrón, sino un buen hombre; pero ¿cómo has podido ser tan estúpido de hacer un viaje tan largo basándote en un sueño? Yo he soñado muchas veces un tesoro escondido en Bagdad, en tal calle, en casa de fulano, y no por ello me he puesto en camino»
Pues bien, la casa que mencionaba era la del viajero. Éste, dando gracias a Dios de que la causa de su fortuna fuese su propio error, volvió a Bagdad, donde encontró el tesoro enterrado en su casa" *.
«Así, el tesoro que pone fin a nuestras miserias se encuentra en nuestro propio Ser. Pero ha hecho falta ponerse en camino para descubrirlo.»
Jalal ad-Din Rumi, Masnavi
· Mantiq al Tayr · La Conferencia de las Aves · El Coloquio de los Pájaros ·
"Las aves del mundo se reunieron todas, tanto las que son conocidas como las que son desconocidas, y hablaron entre sí de este modo: «No hay en el mundo país que no tenga rey;¿cómo es que, en cambio, el país de los pájaros no lo tiene? Este estado de cosas no debe durar por más tiempo; hemos de unir nuestros esfuerzos e ir en busca de un rey, pues no hay buena administración en un país sin rey...»
(Partieron, pues, en busca del "Simurgh"*, el ave fabulosa, símbolo del Rey, o sea de Dios. Después de haber soportado muchas pruebas y salvado los siete valles que las separaban de su fin: las de la búsqueda [talab], del amor [ishk], del conocimiento [irfan], del desapego o independencia [istigna], de la unidad [tawhid], de la maravilla o asombro [hairat], y de la aniquilación o muerte [del sí mismo, del "nafs" o ego: fana] llegaron finalmente al término de su peregrinación. Pero eran sólo treinta pájaros (en persa: "sî murgh" -en la similitud sonora de estas palabras persas,"Simurgh" y "sî murgh", y sus significados, tiene su apoyo este místico relato- ).
«Queremos ser aniquilados por el Fuego, dijeron las aves...»
El chambelán de la gracia acudió a abrirles la puerta, luego abrió otros cien velos, uno tras otro. Entonces, un mundo (nuevo) se les presentó sin velos: la más viva luz alumbró aquella manifestación. Todas se sentaron en la banqueta de la proximidad, la majestad y la gloria.
Les pusieron delante un escrito, diciéndoles que lo leyeran hasta el final. Pues bien, aquel escrito había de hacerles ver por alegoría cuál era su estado desolado. En él encontraron consignado por completo todo cuanto habían hecho. El alma de aquellas aves se aniquiló totalmente de temor y vergüenza.
Cuando, así, fueron purificadas por completo y separadas de toda cosa, encontraron todas ellas una nueva vida a la luz del Simurgh. Así, se volvieron nuevas siervas y otra vez quedaron sumidas en la estupefacción. Todo cuanto antaño habían podido hacer fue purificado e incluso borrado de su corazón: el Sol de la proximidad lanzó sobre ellas sus rayos, e hizo resplandecer sus almas. Entonces, en el reflejo de sus rostros, aquellas treinta aves - si murgh - mundanas contemplaron la Faz del Simurgh espiritual. Se apresuraron a mirar aquel Simurgh, y se aseguraron que no era otro que Simurgh. Todas cayeron entonces en la estupefacción: ignoraban si seguían siendo ellas mismas o se habían convertido en el Simurgh y el Simurgh era realmente las treinta aves - sî murgh-. Cuando miraban hacia el Simurgh, veían realmente que era el Simurgh quien estaba allí, y si dirigían sus miradas a sí mismas, veían que ellas mismas eran el Simurgh. Por último, si miraban a un tiempo en ambas direcciones, se cercioraban de que ellas y el Simurgh no formaban, en realidad, más que un solo Ser.
Aquel único Ser era Simurgh y Simurgh era aquel Ser... Nadie en el mundo oyó nunca cosa igual...Como no comprendían nada de aquel estado de cosas, le pidieron al Simurgh que les revelara el gran secreto.
Entonces, el Simurgh les dio esta respuesta: «El Sol de mi majestad es un espejo; quien quiere se ve en él; en él ve su cuerpo y su alma; en él se ve todo entero...Por más que habéis cambiado en extremo, os veis a vosotras mismas como erais antes...
Todo cuanto has sabido o visto no es ni lo que has sabido ni lo que has visto, y lo que has dicho u oído tampoco lo es. Cuando atravesasteis los valles del camino espiritual [tariqah], cuando hicisteis buena obras, no actuasteis sino por mi acción, y así habéis podido ver el valle de mi esencia y de mis perfecciones.
Aniquilaos, pues, en Mí, gloriosa y deliciosamente, a fin de encontraros a vosotras mismas en Mí...»
Y así aconteció finalmente, las aves se aniquilaron en efecto para siempre en el Simorgh:
la sombra se perdió... en el Sol..."
Farid al Din Attar, "Mantiq al-Tayr" o "El Lenguaje de las Aves"
· El Aprendizaje de Shiblí ·
Shiblí* era discípulo del célebre Junaid de Bagdad**. Cuando se convirtió, fue a verlo y le dijo: «Me dicen que posees la perla del conocimiento divino: dámela o véndemela».
Junaid respondió: «No puedo venderla pues no tienes lo que vale; y si te la doy la habrás obtenido por demasiado poco. No conoces su valor. Arrójate de cabeza, como yo, en ese océano para que puedas ganar la perla esperando pacientemente.»
Shiblí preguntó que debía hacer.
«Ve y vende azufre», le dijo Junaid.
Al cabo de un año, le dijo a Shiblí: «Este comercio te ha dado a conocer. Hazte derviche y ocúpate solo de mendigar».
Durante todo un año, Shiblí vagó por las calles de Bagdad pidiendo limosna a los que pasaban, pero nadie reparaba en él. Regresó entonces donde se hallaba Junaid, que exclamó:
«¿Ves ahora? No eres nada a los ojos de la gente. Nunca pongas tu mente en ellos ni los tomes en cuenta para nada. Durante un tiempo – prosiguió Junaid – fuiste chambelán y gobernaste una provincia. Ve aquella región y pide perdón a todos aquellos a quienes perjudicaste».
Shiblí obedeció y se pasó cuatro años yendo de puerta en puerta hasta que hubo obtenido el perdón de todos, excepto de una sola persona, a la que no pudo encontrar. A su regreso, le dijo Junaid: «Aún aprecias un poco tu reputación. Vuelve a mendigar otro año».
Cada día, Shiblí le entregaba a Junaid las limosnas que había recibido, y Junaid las distribuía entre los pobres, y dejaba a Shiblí sin alimento hasta la mañana siguiente.
Cuando transcurrió un año de esta manera, Junaid aceptó a Shiblí como uno de sus discípulos con la condición de que realizara las labores de un sirviente de los demás.
Tras años de servicio, Junaid le preguntó: «¿Qué piensas de ti mismo ahora?»
Shiblí respondió: «Me considero la más ínfima de las criaturas de Dios»
«Ahora, dijo el maestro, tu fe es sólida».***
*Abu Bakr al-Shiblí (861-946 e.c.) Reconocido sufí de origen persa. "Era un alto funcionario de Bagdad antes de embarcarse en el camino espiritual y convertirse en discípulo de Junaid Baghdadi . Su nombre es mencionado por los poetas persas como Attar, Rumi y Sanai . También estuvo asociado con Hallaj."
**Junaid de Bagdad (830-910 e.c.) Místico sufí, "figura central en el linaje espiritual de muchas órdenes sufíes." "Junaid enseñó en Bagdad durante toda su vida y fue una figura importante en el desarrollo de la doctrina sufí."
*** Cf. R.A. Nicholson, The Mistics of Islam, London, 1914, págs. 34 y 35.
"Pensé en las religiones meditativo
y las encontré un tronco con varias ramas."
· Mansur Al Hallaj ·
Transcrito por H.T. Elpizein, marzo 2020/rajab 1441
Revisado: julio de 2024/ Muhárram 1446
· La Pasión de Al Hallaj por el V.M. Samael Aun Weor · Ediciones Epopteia · · La Pasión de Al Hallaj por el V.M. Samael Aun Weor · Ediciones Epopteia ·.pdf (1.79MB) |
· La Pasión de Al Hallaj por el V.M. Samael Aun Weor · Ediciones Epopteia ·.pdf (1.79MB) |
· Ibn Al-Arabi · "al-Shaykh al-Akbar" ("El Más Grande Maestro") ·
“Que el ciego no vea la Luz del Sol...
no significa que el Sol no exista”
· Aforismo Sufí ·
· Relatos de la Tradición Unánime · Textos e historias Sufíes · Ediciones Epopteia · Marzo 2020 · · Relatos de la Tradición Unánime · Textos e historias Sufíes · Ediciones Epopteia ·.pdf (1.9MB) |
· Relatos de la Tradición Unánime · Textos e historias Sufíes · Ediciones Epopteia ·.pdf (1.9MB) |
"Viajeros, ¿por qué «dormir»?...
"El tambor resuena desde el cielo, ya nos llama. Mira: el camellero se ha levantado, ha preparado la caravana y quiere irse. Viajeros, ¿por qué «dormir»? ... Rumi
"Para llegar a lugares donde jamás se ha estado......han de recorrerse caminos por los que nunca antes se ha transitado."
· Aforismo Sufí ·
· Ediciones Epopteia · En busca de la Sabiduría del Corazón ·
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